Filtro UV

La disminución del efecto protector de la capa de ozono hace que la protección solar se vuelva cada vez más importante. En efecto, nuestros ojos (y nuestra piel) son muy sensibles a la radiación rica en energía en el ámbito del ultravioleta (UV).

Incluso en tiempo nuboso, la protección UV es indispensable ya que las nubes absorben la luz visible, pero absorben muy poco los UV. Los ojos están todavía mas expuestos cuando estamos en altitud o en un entorno donde los UV están reflejados por la nieve, el agua, la arena, la reverberación de paredes claras, cristales o espejos (por ejemplo, el agua reflecta entre un 5% y un 10% de UV, la arena un 20%, la nieve un 85%). Además, en altitud, la cantidad de UV recibidos aumenta de un 10% cada 1000 metros).

Por tal motivo, es importante el uso de filtros cuando nos exponemos al sol por períodos prolongados, ya que los rayos UVA y UVB contribuyen a enfermedades colo los pterigios, pinguéculas, degeneración macular, catarata y otras patologías oculares. Los filtros oftálmicos tienen la finalidad de absorver o desviar la radiación UV visible e invisible y evitar así que lleguen hasta las estructuras internas y externas del ojo.